Una de las preguntas que más nos hacen los alumnos a los que tutorizamos y ayudamos con sus TFG o TFM es cómo pueden aprender a escribir un trabajo académico de forma correcta.
Bien, la verdad es que no sabríamos por dónde empezar, pero, quizás, lo más importante no es escribir perfectamente, sino escribir de manera eficaz. Y, entre estos dos conceptos, hay una gran diferencia que puede delimitar la frontera entre el éxito o el fracaso.
Si estás escribiendo tu TFG o TFM y te sientes agobiado, aunque pienses lo contrario, no debes buscar la perfección, sino el avance. Eso sí, un avance en buena dirección que te permita alcanzar tus objetivos, o, de lo contrario, habrás perdido el tiempo.
Después de conocer a cientos de alumnos, hemos comprobado que, entre los problemas más frecuentes que ralentizan la escritura, se encuentra la falta de capacidad para escribir varias páginas en un día sin cometer plagio y sin errores metodológicos que impidan que el trabajo sea aceptable. En este sentido, la falta de experiencia de los alumnos origina que estos no sean capaces de generar un proceso de escritura constructivo y se detengan durante horas, incluso días, ante la página en blanco.
La página en blanco, que plantea un escenario abierto a todas las posibilidades, es el mayor enemigo de los primerizos.
Si nunca te gustó escribir o, por razones de la vida, ni siquiera sabes si te gusta porque no has probado, te recomendamos seguir algunos trucos para avanzar sin dificultad con tu TFG o TFM.
¡Vamos con ellos!
1. Practicar con la escritura de tu tfg/tfm
No es ningún secreto: para avanzar en la escritura del trabajo fin de grado o máster, vas a tener que escribir.
Pero, no se trata de escribir a lo loco, sino con una orientación clara, con el foco puesto en completar secciones con contenido relevante, bien citado y de calidad.
Te recomendamos, al menos en un primer momento, que te concentres en consolidar avances y después perfiles detalles. No importa si eres capaz de escribirlo mejor, simplemente escribe y avanza, ya que si después sobra tiempo será el momento de darle una vuelta y darle un toque más profesional.
2. Dedicar tiempo a diario a tu TFG o TFM
Te recomendamos que en ningún momento te desconectes de tu trabajo, de manera que lo ideal es que todos los días dediques un tiempo. Incluso aunque tengas muchas cosas que hacer, seguro que puedes echar un vistazo a tus notas del móvil para revisar ideas y considerar cuáles son más relevantes.
No es necesario que todos los días sean iguales de productivos, pero al menos es importante que tengas en tu mente el TFG o TFM siempre, ya que las mejores ideas llegan en los momentos más inesperados.
3. Ponte a prueba
Muchos alumnos quieren abandonar la escritura cuando comienzan a redactar sus trabajos fin de grado o máster y perciben un cierto grado de dificultad. Algunos encuentran la dificultad en la falta de fuentes, otros en una tutorización demasiado improvisada desde las universidades y otros porque creen que los avances no llegan al ritmo esperado.
Sea cual sea tu caso, concéntrate en la oportunidad que representa vencer un obstáculo y en lo bien que te sentirás una vez que cierres esta etapa académica.
El TFG o TFM es una materia más y, sin él, no habrá valido la pena todo el esfuerzo invertido, así que asume el reto y no desistas.
4. Sé tu mismo y sé fiel a tus ideas
Durante la realización de tu TFG o TFM, uno de los aspectos más importantes es la originalidad. Nadie puede decir como tu mismo las ideas que se te han ocurrido a ti, por lo que te recomendamos que evites copiar.
No solo porque el plagio te impedirá aprobar, que es una razón de bastante peso, sino también porque no hay razones para hacerlo. Aprovecha tus ideas únicas y exprésalas en tu trabajo sin tapujos.
5. No escribas como si fuera tu primer día
Es cierto que te hemos dicho que redactes ágilmente, y que intentes avanzar. Pero eso no significa que obvies todos los detalles y se perciba el desastre. A este nivel, ya sabes mucho de gramática y conoces las normas de citación, por lo que lo mejor será que las apliques desde el principio en la medida de lo posible.
Es un error pensar que estos aspectos son secundarios y puedes retomarlos más adelante: lo cierto es que no.
Después se te habrá olvidado el lugar exacto del que extrajiste tus ideas, o ya no localizarás esa frase sin terminar sobre la que querías volver. Para evitar verte buscando después estos fallos, intenta desde el principio ser lo más correcto posible, aunque sin exagerar.
6. No pierdas de vista los objetivos
Sabemos que somos pesados pero todo lo que no te lleve de alguna forma a alcanzar tus objetivos, debería quedar fuera de tu trabajo. ¿Simple, verdad?
Esto quiere decir que únicamente utilices información pertinente que pueda tener sentido dentro del trabajo y evites llenar páginas con contenido irrelevante. Piensa bien y selecciona el mejor contenido para tu TFG o TFM.
7. ¿Tienes dudas? No te quedes con ellas.
Si tienes alguna duda, contacta con profesionales para poderla solventar cuanto antes y encontrar la dirección correcta. En Proyecta tu proyecto disponemos de servicios de tutorías y podemos darte la orientación que necesitas.
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